La filtración se utiliza para la depuración mecánica del agua de las piscinas. Elimina los contaminantes visibles y casi visibles, incluidos los flóculos formados por la adición de floculantes con las partículas finas atrapadas en ellos. La floculación favorece la precipitación de estas sustancias turbias finas antes de filtrar el agua.
Para la filtración en piscinas y baños se aplican requisitos específicos que el explotador debe observar en su propio interés. Se recomiendan filtros rápidos conforme a DIN 19605 y solo debe utilizarse arena filtrante conforme a EN 12904. La capa filtrante en los filtros monocapa debe ser de al menos 1,2 m y la velocidad máxima de filtración de 30 m/h según DIN 19643 (filtros rápidos cerrados). En algunos casos también son posibles velocidades superiores, aunque el resultado de la filtración empeora a medida que aumenta la velocidad. En el caso de filtros con otros materiales filtrantes en combinación con arena (por ejemplo, carbón de antracita, coque filtrante, piedra pómez/eslava, carbón activo), las condiciones de filtración deben ajustarse en consecuencia. Es necesario lavar regularmente los sistemas de filtración, al menos una vez a la semana.
El caudal para la filtración se calcula de acuerdo con las normas técnicas estándar, por ejemplo, DIN 19643-1.
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